La otoplastia es la cirugía que se realiza para reposicionar las orejas prominentes a una posición más normal, más pegadas a la cabeza, o para reducir el tamaño de las orejas grandes.
Una otoplastia suele durar de 1 a 2 horas. La técnica empleada dependerá de lo que requiera el paciente en concreto. Generalmente se realiza una pequeña incisión en la parte posterior de la oreja para exponer el cartílago auricular. Después se esculpe el cartílago y se dobla hacia atrás; se pueden emplear puntos internos para mantener la nueva forma. En ocasiones, puede ser necesario extirpar una parte del cartílago para obtener una oreja más natural.
El médico puede hacer incisiones en estas ubicaciones:
La cicatriz resultante de la otoplastia queda disimulada detrás de la oreja.
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